El legado de Raymond Savignac (Francia, 1907-2002) sigue diciendo ¡presente! De niño, asistiendo al restaurante de sus padres, aprendió a observar. El estilo desenfadado de la vida parisina ayudo a definir su estilo y un empujoncito del maestro Cassandre (otra fiera infinita) lo catapultó al estrellato. Los carteles de Savignac logran, a través del humor, entrar a la vista mediante la sonrisa. Sabedor de que el cartel claro e inmediato superaba al narrativo y delicado, combinaba con audacia lenguajes alegres, vivos, simples, elementales; logrando con eficacia conectar a un público cautivo (recordemos la etapa posguerra donde el cartel publicitario ayudaba a revivir la industria y el comercio debilitado).
Regresando a la actualidad, son épocas de hiperrealismo virtual y terabytes, sin embargo el trazo a mano sigue refrescando.
Maestro, no lo olvidamos.
Via: NFG!
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