El concepto Arte en el espacio público se viene designando desde los años 60 aquellas tendencia de muchos artistas a sacar sus obras de los museos y a integrarlos en el espacio urbano. Desde entonces una joven generación de artistas se ha involucrado a lo público desechando el espacio nítido museal. Ahora mismo el espacio público confronta nuevos condicionamientos urbanos, historicos, politicos y sociales, lo que hace del artistas público un activista y un nuevo ciudadano. El objeto fundamental del Arte Público es desmitificar el concepto de creatividad… Nuestra intención es convertirnos de nuevo en ciudadano.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Crónicas con Luzinterruptus



Cuando en Taller de Bicicletas nos enteramos que el colectivo Luzinterruptus vendría a Caracas para presentarse en festival urbano “Por el medio de la calle”, nos motorizamos inmediatamente para conocerle y consecuentemente ayudarles en su montaje, desde luego, estar al tanto de sus historias urbanas como artistas. En realidad, fue muy grato conocerles porque ellos comparten amigos comunes con Douglas (Taller de Bicicletas) quien vivió muchos años en España compartiendo andanzas como artistas urbanos de ese país. Enseguida, surgió entre ellos las coincidencias y subsecuentemente la complicidad que se da entre personas que conocen y trabajan las calles, y esa buena vibra alcanzó al resto de grupo.

Dicen que las ciudades se las conoce, como a las personas, por el andar. Por lo tanto, ellos (Luzinterruptus) no tardaron en corroborar sus impresiones visuales y preguntar sobre la ciudad de Caracas. Douglas solía responder desde su memoria individual y referencia personal, la relación que podríamos encontrar entre Madrid y Caracas, elaborando juntos una especie de croquis urbano colectivo, complementado por metáforas urbanas en cuyo ejercicio nos permitían a quienes allí nos encontrábamos darle un sentido a la  naturaleza estética del arte urbano: el adentro, afuera, el antes y después del mismo; de las ciudades que se toman y someten para otorgarle color y frescura. Todo ello, le daba luces a nuestra proyección imaginaria de la ciudad que tenemos y de aquellas que desconocemos.


Pronto entre miles de bombillitas Led´s, pilas de litios, figuritas coloridas de peces, anémonas y boyitas “made in China” y bolsas plásticas trasparentes, que tenían que ser ensambladas como parte de la propuesta titulada “Un río envasado que ocupa la calle”, que sería plantada en la calle durante el festival. Amenamente, Luzinterruptus, algunos voluntarios y quienes formamos parte de Taller de Bicicletas, intercambiábamos impresiones a la vez que entrábamos en ritmo, de manera de tener todo a tiempo para el montaje final del día sábado. Todos éramos parte de una algarabía generalizada, aun así, visualizábamos lo que podría ser la instalación, a la vez, que ensamblamos una a una las piezas de aquella singular intervención. No obstante, todo se silenciaba, para escuchar las conversaciones que sostenían los chicos de Luzinterruptus con Douglas. Donde se hablaba como la depresión económica de España y la crisis del sector inmobiliaria en la ciudades habían afectado al amplio gremio de arquitectos y como estos se habían volcado al arte urbano, lo ecológico y al reciclaje para de esa manera activarse dentro de sus conocimientos y su sentir ciudadano. Mientras, que por su parte, los artistas urbanos, cada día más se mimetizan con los activistas sociales, todo con el fin de subvertir la calle de una manera creativa, porque de esa manera, sumaban el apoyo de aquellos ciudadanos que a pesar de su desencanto por la mala política, no se atreven asumir la calle como el medio más efectivo de expresar su indignación. Lo que dejaba claro, que el arte urbano desde la época de Muelle en los 70 era cosa de profesionales y no tanto de chavales irreverentes. Por nuestra parte, Douglas como el resto de Taller de Bicicletas replicábamos, diciéndole que Caracas cada día más se consolidan los colectivos ciudadanos, y que a través del arte y/o la creatividad crean conciencia de ciudad, eso ha hecho que cada vez el espectador urbano haga sus veces de artista y esté más dispuesto en asumir su rol de ciudadano y, lo importante era eso, que los caraqueños dejen de ser espectadores y asuman protagonismo dentro de su propia ciudad, y que los artistas urbanos ya eran reconocidos por la ciudad y lo que es mejor gozaban cada días más de su simpatía.






Sólo un pequeño grupo de los voluntarios, incluyendo a Taller

Luzinterruptus y Taller de Bicicletas, coincidíamos en los escenarios de la vida colectiva mental de los ciudadanos que viven y son conmovidos por el acontecimiento cultural, el escenario social y urbano que desde la ciudad se construye. Desde luego, como se liberan los espacios simulados o esos no lugares que nos atraviesan a diario, los ruidos visuales: las vallas, la publicidad, el graffiti, los avisos callejeros, los pictogramas y tantas otras fantasmagorías que ha hecho, en el caso especifico de Luzinterruptus opten por las instalaciones lumínicas transitorias sustentado por las luces Led´s. Concluyentemente, distinguíamos que cada ciudad tiene su propia estilística y vida social pero todas demandan lo mismo; mejores gerentes que nos garanticen servicios, seguridad y por supuesto una estupenda ciudadanía, para de alguna manera evitar que aquello que solemos llamar lo cotidiano, se nos convierta en una triste realidad.


 Las instalaciones lumínica Luzinterruptus bien la conocemos porque están en su blog y han sido posteadas por miles en el facebook. Pero del anecdotario de donde podríamos nutrirnos con las experiencias en las distintas ciudades no sabíamos nada. Así que una especie de alternancia oral, los chicos nos relataban de como Nueva York, con la ayuda de un taxista quien atravesó su taxi para impedir que otros vehículos pudieran atropellarles pudieron intervenir una calle, de cómo en Hamburgo tuvieron un apoyo masivo de voluntarios todo gracias a que ese voluntariado traía como recompensa un boleto para el festival, de cómo la intervención de Melbourne con 10.000 libros era digna de un record Guinness, así mismo comentaron las particularidades de su intervención con bolsas iluminadas en un contenedor de escombros frente al museo suizo de Winterthur y de las expectativas que tienen con su posible intervención en la ciudad de Buenos Aires. Dejaron claro, que ellos hacen dos intervenciones al año para la ciudad de Madrid las cuales subvencionan gracias a las participaciones que realizan en los distintos festivales internacionales. Evidentemente, todos estos relatos de intervenciones, arte y ciudades, generaron una dócil y genuina envidia entre nosotros.


El sábado comenzaron a disiparse las interrogantes que suelen atacar a todos los artistas antes de una puesta en escena. Ese día, y como se ha hecho costumbre desde temprano mucha gente comenzaba a merodear por la calles, buscando ver los distintos montajes y conocer a los distintos artistas que suelen presentarse en este evento. Poco a poco, una a una, íbamos terminando las 2.000 bolsas iluminadas que a manera de pecera este colectivo madrileño tenía proyectadas para nuestra ciudad. Cabe decir, que por realizar esta instalación desconocían que su ciudad estaba de fiesta, porque el Real Madrid había ganado la súper copa de España, mientras, el Atlético hacia lo mismo en la súper copa de Europa, pero en este el momento, ello eran arte y parte del mayor de los festivales de calle que se hace en Caracas. Finalmente, todo estuvo estupendo, Luzinterruptus se lució con la instalación, Taller de Bicicletas y demás voluntarios quedamos encantados, la gente quedó fascinada y la ciudad ideal como hábitat perfecto seguirá siendo esa utopia que desde la Antigüedad ha preocupado al hombre.





























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