El concepto Arte en el espacio público se viene designando desde los años 60 aquellas tendencia de muchos artistas a sacar sus obras de los museos y a integrarlos en el espacio urbano. Desde entonces una joven generación de artistas se ha involucrado a lo público desechando el espacio nítido museal. Ahora mismo el espacio público confronta nuevos condicionamientos urbanos, historicos, politicos y sociales, lo que hace del artistas público un activista y un nuevo ciudadano. El objeto fundamental del Arte Público es desmitificar el concepto de creatividad… Nuestra intención es convertirnos de nuevo en ciudadano.

lunes, 15 de noviembre de 2010

INTERFERENCIA PÚBLICA


Durante la intervención convocada por la plataforma Taller de Bicicletas llamada “Interferencia en Petare” al este de la ciudad de Caracas, se dejo más que evidenciado lo preconizaba Siah Armanjani; “que los artistas son los nuevo ciudadanos”, y que ciertamente, los ciudadanos deben asumir los espacios con un rol protagónico. Esta intervención dejó en claro que las ciudades ya no necesitan héroes o figuras ejemplares a quienes conmemorar a través de monumentos cargados de simbolismo y política, necesitan más ciudadanía.

Indudablemente, sería a partir de los años 60, cuando los monumentos conmemorativos le ceden los espacios públicos a las obras de arte, no obstante, y a pesar, que la ciudadanía aceptó de grata manera el arte moderno en los espacios públicos contemporáneo, fueron contadas las obras como la de Chillida, las que se conjugaban con el espacio, es decir, las obras expuestas no interpretaban esos espacios, habitualmente, estas eran elementos indiferentes y/o sin identidad definida, por lo que ahora podemos pasar delante de ella con la misma indiferencia con la cual pasamos delante de un monumento.


Sería en los años 80 cuando las obras en los espacios públicos se hacen más relacionales, dejando de ser jarrones chinos que no sabían donde colocarse, por el contrario, estas estaba concebida para un lugar, interpretándolo y en otros casos redefiniéndolo como lo plantearía el site specificity. El problema radicaba que estás obras eran concebida desde la genialidad del artista, y nuevamente, la ciudadanía que cohabitaba en esos espacios no eran tomada en cuenta. Por lo que podríamos decir, que la retirada de la obra Tilted arc de Richard Serra de Foley Square en la ciudad de Nueva York, establecería el notorio precedente de cómo una obra puede afectar al usuario, porque sería los mismo ciudadanos de esa ciudad quienes a través de continua protestas y denuncias solicitaron que retirara una obra la cual consideraban una cicatriz en esa plaza.


En los 90, las culturas marginadas hacen uso de un activismo ciertamente político, pero que buscaba en si mismo una estética democrática y plural. Este Arte Activista que surgiría a mediado de los 70 originado del Arte Conceptual le daba la voz a esas culturas, a la vez que las incorporaba al cotidiano urbano y le da un espacio en la historia del arte.

Actualmente, no podemos decir que la práctica de colocar obras no relacionales en los espacios públicos haya desaparecido. Lo que si es cierto, es que los monumentales héroes han sido sustituido por una publicidad que se ha establecido como el nuevo monumento urbanos, cambiando el tradicional pedestal por una edificación. También es cierto, que el activismo social hecho Arte Público cada día asume más los espacios relacionales urbanos, haciendo de estos espacios un lugar.

Ejemplo de Arte y activismo, fue lo que reflejó Interferencia en Petare de Taller de Bicicletas, cuando más de 250 estudiantes, artistas y vecinos, a lo que se les incorporaron un colectivo de artistas de la ciudad de Valencias y el colectivo de danza Gato Rojo, todos promocionados por Fundalamas y la junta comunal de esta populosa zona, asumieron las calles del casco histórico de Petare como un espacio propio, espacio el cual era desconocido para muchos participantes. Esta acción de colocar pendones intervenidos con coloridos dibujos y frases, más que un acto de reciclaje artístico, fue un espléndido acto de asumir esas calles anónimas para expresar la ciudad a la cual todos anhelamos.


Podríamos entonces concluir, que el Arte Público ha dejado de ser sólo el arte de colocar obras en espacios públicos, para ser el arte que conjuga espacio y ciudadanía a favor de una ciudad. Debemos considerar, que si bien el Arte Público no abraza un sistema social, ahora mismo es un Arte Social responsable y comprometido con su espacio, un arte que fusiona tendencias. Definitivamente, un arte que no necesita de héroes a quienes simbólicamente habrá que rendirle culto, porque los héroes son todos lo que en él se involucran, puesto que, el mayor monumento que puede tener una ciudad son unas calles con identidad que nos represente como sociedad y una ciudadanía que se activa a favor de sus calles.

Douglas García R © 2010

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